¡¡¡¡Holaaaa!!!!
Qué tal amigos? He estado desconectada ya un tiempo, pero no hemos dejado de hacer cosas. Aunque esta vez la máquina de coser y los pinceles para telas se han quedado en el cajón.
Desde que llegó Septiembre, he sentido la necesidad de despejar mi casa, sobretodo mi salón. Cada vez que estaba en él, me sentía agobiada, por su oscuridad, porque está muy cargado. Quizás no era culpa suya, del salón, sino mía, porque a veces, no es el exterior lo que molesta, sino el interior. A mí sólo con ponerme ya a trabajar para renovarlo me ha servido para sentirme mejor, así que lo vamos a dejar así :)
1º: Vaciar muebles y tirar, donar, renovar, reciclar todo lo que no uso.
2º: Pintar las paredes de blanco.
3º: Quitar las viejas persianas y poner visillos claros (primero tengo que hacerlos)
4º: Pintar los muebles de blanco.
5º: Quitar muebles o ponerlos en otra ubicación.
6º: Cambiar cojines, tulipas de la lámpara, funda del sofá y del sillón.
Así que sí, llevo ya desde Octubre manos a la obra. Lo más complicado ha sido pintar (lijar, pintar, lijar, pintar...) los muebles, pero casi los tengo todos ya. Con la llegada de la Navidad, todo el trabajo quedó parado. Ahora toca volver a ponerse manos a la obra. Espero pronto enseñarles el Antes y el Después.
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