Vale la pena esperar que lleguen ellas, las musas, porque si no lo haces, los trabajos no salen como uno quiere. Dicen que la inspiración te encontrará trabajando, pero no siempre es así, y fue lo que pasó con la bolsa de almuerzo de Sandra.
Ella me la pidió hace mucho meses, para llevarse su comida al curro. Y me dijo que podría hacerle algo referente al running que practica. Y así lo intenté, pero no salía. Cuando un trabajo se demora tanto es porque la idea que tienes no es buena (en mi caso). Me gusta estar orgullosa de todos y cada uno de los bolsitos, bolsas, talegas, mochilitas y demás trabajitos que hacemos en Casa Azul, y quería que Sandra estuviera contenta con lo que iba a recibir.
Y pasa que un día veo una lámina muy sencilla en Pinterest y en ella vi la esencia de Sandra. "Es perfecta", pensé. La tenía, pero luego vino un nuevo retraso porque durante varias semanas me fue imposible pintar, ni coser... y Sandra seguía esperando por su talega, esperando y llevando su almuerzo en una bolsa plástica a su trabajo.
Hasta que finalmente estuve bien y con algunos cambios pinté sus sueños, su vida, sus ganas de ser feliz, su alegría, su volar. Eso es lo que hay en esta bolsa que cosí y pinté en unos días, con ganas, sintiendo que ahora sí estaba la musa conmigo.
Mereció la pena, desde luego, porque te quedó una bolsa estupenda, llena de color y positivismo. Abrazos
ResponderEliminarGracias Ligia. Como ella es!
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