viernes, 27 de marzo de 2015

Los sueños de primavera se van al verano y la mochila de Álvaro

 
Me despierto el primer día de primavera de este año con una sonrisa en los labios. Un recuerdo leve de un sueño, que con esfuerzo consigo que vuelva. El tiempo hoy está revuelto ahí fuera, viento, a veces lluvia, a veces sol, fresco, desapacible, primaveral en su peor fase; pero en mi sueño, el verano me acompañaba, suave y cómodo. Latente en todos los sentidos:
 Estoy caminando descalza por una vereda de tierra y hierbas. Noto la rugosidad del terreno en mis pies, y la humedad no fría, sino refrescante, agradable. Hace calor, y los ojos se me entrecierran pese a mis gafas de sol por lo luminioso que está el día. Camino despacio, disfrutando del zumbido de los abejorros que pasa junto a mi oreja, de las pequeñas flores que adornan el camino. Estoy en mi islita: El Hierro, soy consciente de esto en todo momento. Vuelvo a casa cantarina, entonando no sé qué canción. En la mano un ramito de oreganillo, para luego hacerme un agua. Al llegar, nadie me da la bienvenida. Suena música en la radio, pero la casa está vacía. Un papel con un mensaje en la mesa. Con letra infantil han escrito: "Mamá, fuimos a coger higos, esta tarde ¿haces mermelada?. Volvemos rápido"
Es por eso que me he despertado con esa sonrisa en los labios, porque mi sueño fue tan real y maravilloso como seguramente lo será, cuando se haga realidad este verano, en mi islita.
 




Y bueno, hoy les dejo con esta mochilita que regalamos a Álvaro, un gran surfero en potencia, que adora a su perro Tinguaro (él lo llama Tingüi).


La idea era hacerle una bolsa de desayuno, pero cambié de idea cuando me contó su madre que les gustaba el Surf, y que Álvaro se estaba iniciando en este deporte. Porque claro, el surf se practica en la playa, así que seguro usará a menudo una mochila. Y estas mochilitas son fáciles de hacer, y ya si está personalizada pues supuse que le gustaría. Así que manos a la obra: Un día de surf, con Tingüi y una puesta de sol veraniega :)
 

Una vez empaquetada al estilo de Casa Azul, se lo llevamos a su super cumple, que como el día que me desperté recordando este sueño, fue un típico día de primavera, de lo más revoltoso, un día de primavera que debió de parecerse al verano, pero no quiso.
 
Esperamos Álvaro que la uses mucho, y que no se te estropee nada. Que sigas disfrutando del surf, de Tinguaro, de tu familia, del sol, se la vida. ¡Felicidades por tus 8 años!
 

2 comentarios:

  1. Qué monada la mochila de Alvaro!! El dibujo es perfecto para un surfero acompañado de Tingüi... Seguro que le saca mucho provecho. Abrazos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Ligia.
      Me consta que sí por lo que me cuenta mi hijo Javier (que es su compañero de clase) que le gustó mucho ;)

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