domingo, 11 de octubre de 2015

Cambiamos de tercio: La historia de nuestro humedal artificial.

   Tener una casita en una zona rural es una de las mejores cosas que me han pasado (a nivel "material") en mi vida. En ella disfrutamos del ocio veraniego, de los fríos inviernos, de los festivos puentes. La Naturaleza nos brinda su mejor cara en esta maravilla de lugar. 

   Uno de los problemas con los que nos encontramos fue el de cómo gestionar las aguas residuales, grises y negras ya que en la zona no había alcantarillado y no queríamos usar productos químicos, hacer las cosas de la manera más limpia posible.
 


   Buscando información, preguntando y consultando a gente que sabe, resolvimos el problema creando nuestro humedal artificial maravilloso. Me siento tan contenta por cómo funciona. Les cuento en resumen de qué se trata:
   Las aguas sucias pasan primero por una fosa séptica enterrada en el suelo, completamente sellada. Y de ella pasan ya las aguas sin sólidos, al humedal. ¿Y qué hace el humedal? Pues con sus gravas  y con su tierra, "limpia" las aguas por un proceso físico, y luego las raíces de las plantas siguen "limpiando" las aguas por un proceso químico. Básicamente tenemos entre manos una depuradora natural.



(más información: http://www.selba.org/EspTaster/Ecologica/Agua/HumedalSubsup.html)
  
Este mecanismo sólo da beneficios: Es bonito (un jardín), las aguas después de ser depuradas sirven para regar los árboles, no tiene casi mantenimiento (sólo podar de vez en cuando y quitar plantas cuando salen demasiadas, como mucho una vez al año). Es un lujo.
 
   Les enseño cómo lo hicimos:
 
Enterramos la fosa séptica. Las  aguas sucias llegan por nivel aquí antes de al humedal. Los sólidos caen al fondo por sedimentación.
Fosa séptica ya enterrada. A ver si encuentras las tapas.


Ya tenemos el hueco hecho con las tuberías de entrada y salida de aguas.

 
Colocando la lona impermeabilizante, para que las aguas no pasen y se filtren.



Una vez la lona está bien colocada, y con las tuberías ya en su sitio, se pone la grava, de 2 tamaños y en sus posiciones para que hagan el proceso físico.





Aquí ya la estamos llenando con la tierra donde irán las plantas.

Quedaría así, cuando aún no tiene las plantitas.
Después de un tiempito seco y con las plantas aún jóvenes, tuvimos que regar

Las plantas que pusimos son: ñameras, calas, platanillos, paragüitas y juncos. Cada una con una función específica, y ordenadas en líneas.

Después de unos meses, ya las plantas han crecido y el humedal es un jardín.




Con la llegada del invierno, se pone así de bonito.

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