domingo, 10 de marzo de 2013

Preparando el 6º cumpleaños de Javier: La piñata.

Soy una basurillas. No me gusta tirar nada, todo lo aprovecho, a todo le busco utilidad, y si en el momento no encuentro en qué, lo guardo (si puedo) para otra ocasión. Esto está muy bien si reunes 2 condiciones: La primera es tener buena memoria para recordar lo que tienes. La segunda es tener suficiente espacio para guardarlo todo y que tu casa no parezca un vertedero.
Yo con la primera no tengo problemas, suelo recordar bien lo que tengo. Con la segunda...no tanto. Y como no tengo espacio, no puedo quedarme con todo.
En casa se guardan telas, cremalleras, botones, cintas, cordones...todo lo que puedo de la ropa rota o vieja. La que no usamos pero está bien la donamos.
En casa se guardan papelitos de colores, trozos de plástico con formas raras, envases divertidos...
En casa los restos de vegetales se reutilizan para hacer compost casero (otro día les cuento cómo lo hago)
Pues dice mi madre que soy como la suya, mi abuela Pilar, que guardaba todo. Ahora le llaman "reutilización", que es una palabra muy bonita y moderna. A mí abuela  le decían: "mierda guardas, mierda tienes". Pero hay que ver lo que la "mierda" puede hacer (y si no, que le pregunten a mis flores del humedal botonil...pero esto es otra historia).
Gracias a este empeño mío por guardar, he conseguido hacer muchas cosas sin gastarme un euro (es evidente que también hay un sentido práctico: quiero dejarle a mis hijos un mundo donde puedan vivir sanamente, aporto mi granito de arena). Un ejemplo es el papel que forma un rollo donde a su vez va enrollado el papel de regalo. Este papel lo he utilizado para muchas cosas ( es como una cartulina de color marron). En una Navidad hice un calendario de adviento. Y otro uso ha sido para la MONSTRUOSA PIÑATA de Javier.

Ya he hecho anteriormente piñatas con este sistema: Cartón en el frente y en la parte de atrás (recogido por supuesto de la basura, y que esté limpio). Se recortan las dos partes iguales, con la forma deseada. Yo uso para separar un lado de otro algunas cajas pequeñas que tengan la separación que quiero. En esta ocasión escogí una caja galletas (sin galletas, claro). La partí por la mitad y las puse a los lados de lo que será la piñata, pegadas a los cartones con cola. De esta manera quedan sujetos y a la misma distancia por todas partes.

Despues comenzamos a unir los lados del cuerpo de la piñata que están abiertos.
Otras veces he usado cartulinas, pero como estamos intentando gastar lo menos posible y reutilizar los materiales que tenemos por casa, pues esta vez he usado estos papeles que vienen dentro de los rollos de papel de regalo que les comenté antes. Lo hacemos de la siguiente manera: Medimos la distancia que hay entre un lado de la piñata y otro (la parte abierta)  y le sumamos 6 centimetros más. Lo recortamos y marcamos con la regla 3 centimetros por cada lado. Doblamos por esa linea. Desde el borde hasta esa linea, iremos realizando cortes con las tijeras, de unos 2 cm de ancho aproximadamente (no tiene que ser exacto, yo corto a ojo). Y haremos  tantas tiras con estas medidas suficientes para que rodee los bordes de nuestra piñata, y que sobre un poco para hacerle la "tapa".

Comenzamos a cerrar la piñata, plegando las pestañas sobre el cartón y pegándolas con cola. Yo esta vez usé cinta de carrocero, porque se nos había acabado la cola (¡¡¡¡increible, esta casa sin cola, es como quedarse sin aceite de oliva en la cocina!!!!) y Javier tenía taaaantas ganas de que empezáramos, que busqué alternativas, pero no lo recomiendo, mejor con cola.
Se deja la parte de arriba abierta, para poder ponerle las golosinas dentro. Normalmente decoro casi toda la piñata y ya cuando estoy llegando arriba, meto las golosinas, cierro y termino de decorar.
Importante, muy importate es cómo irá colgada la piñata. Por mi experienca, es esa muchas veces la parte por donde se rompe, lo cual no interesa:  queremos que la rompan por debajo o por un lado, pero no que se decuelgue.
Uso (otra vez reutilizo) los alambres forrados de plástico que suelen venir en las cajas de juguetes, que algunos son muy largos. En la parte donde vamos a poner este alambre, pego un trozo de cinta de embalar (como la de la foto), por ambos lados. Luego hago el agujero como buenamente puedo, un punzón es lo mejor, pero vale con unas tijeras o un sacacorchos. Busco en la papelera de reciclaje (no la del ordenador, sino la de mi casa), en la de envases, algo que tenga plástico duro que se pueda cortar (botella de refresco, envase de yogur...). Esta vez ha sido la tapa del queso Quark (uuuuummmm...qué rico, con mermelada...ay mi colesterol). Se recorta un trozo, suficiente para que el nudo del alambre no machaque el cartón durante los golpes, que aunque tiene la cinta, esta no es suficiente. Luego pasamos el alambre, hacemos un buen nudo para que no se salga por el agujero, y le pegamos otro trozo de cinta encima, tapándolo todo.
Y ahora toca ya empezar a decorar la piñata. Uso papel de seda (no es reciclado, es comprado...no todo puede ser "gratis"). Como ahora suele venir envasado y doblado, todas las hojas juntas, yo recorto de unos  6 cm, tiras de papel (dobladas como vienen, y juntas varias hojas, según la cantidad que me interese usar). Luego les hago cortes  perpendiculares, pequeños, que serán los flecos de mi piñata.
Y comenzamos desde abajo, poniendo en el cartón un linea fina de cola, y pegando luego el papel de seda. Yo lo que hago es ir de un lado al frente, y cuando ya tengo toda la parte de delante, comienzo con el otro lado y la parte de atrás. Y pegar, y pegar y pegar...laralararito. Y va cogiendo forma.
Esta piñata ha sido algo distinta en este sentido, porque previamente en el cartón le hicimos los dibujos de los ojos y la boca (con rotulador - negro- y pinturas acrílicas -rosa y blanco). No he podido hacer las tiras completas, sino a trocitos por estas partes.
He tenido que recortar algunos flecos porque quedaban tapadas la boca y los ojos. Se queda tu casa como si fuera fin de año, el suelo lleno de papelitos de colores. Nada que no arregle un barridito posterior. Y una vez llegamos casi arriba, llenamos con las golosinas (esta vez también compradas, aquí no hay reutilización, no están  chupadas ni nada de eso, jajajaja) y procedemos al cierre de la piñata y terminar de decorar.
Javier dudó entre ponerle los cuernos o no. Al final decidió que sí, y los quería verdes. Los hice con un trozo de cartón de una caja de cereales. Hice un cucurucho, y lo pegué con cola. Luego lo forré con papel de seda verde y los pegué encima. Serán los primeros que caigan al primer golpe, porque no han quedado muy fuertes.
Y ya está: creo que he tardado más en tratar de explicar y escribir esta nueva entrada que en hacer la piñata. El coste ha sido: la cola utilizada y el papel de seda. Calculo que me ha costado 1,50€. Y luego, claro, las golosinas que uno le meta dentro, que eso dependerá de gustos y cantidades.
Espero que les haya gustado, y se haya entedido todo. Cualquier cosa me preguntan que estaré encantada de resolver dudas.
Gracias de nuevo a La mamá de Nicolás, de donde hemos sacado la idea de este monstruo. Tiene un blog muy interesante.
Todos los comentarios son bienvenidos. Si te ha gustado o tienes alguna pregunta, deja el tuyo.
Besos


1 comentario:

  1. Gracias por la explicacion. Intentaremos ponernos manos a la obra cuando toque.
    Mery

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