domingo, 24 de marzo de 2013

La receta de la lasaña de atún de Casa Azul

Estoy en la cocina preparando una bechamel. Los niños están en el cole. Hoy tengo turno de tarde así que preparo el almuerzo por la mañana. Canturreo sin parar una cancion que me sé a medias. Es cansina y no se me va de la cabeza. Paro un momento y pienso... ¿qué canción es esta?. La repaso una vez más ya a conciencia pero no tengo ni idea... hasta que se enciende la lucecilla en el fondo de mi cerebro ¡¡¡Kung Fu Panda!!!

Dios mío, estos niños míos me van a volver loca. Podría al menos ponerme a cantar una de las viejas canciones de la Pantoja, con las que mi madre me deleitaba esos días de limpieza general en casa, que ya cuando escuchaba en el tocadisco "Hoy quiero confesaaaaaar que estoy algo cansaaaaada..." yo me echaba a temblar porque sabía que tocaba zafarrancho a fondo. Pues no, se fue la Pantoja y entran en mi cabecita las canciones que escucho de fondo en la televisión  y que los niños cantan desafinados, también cuando vamos en el coche. Ya forman parte (ayyyyy ayyyy) de mi repertorio.
Y es que llegan los niños a tu vida y se da la vuelta todo. A veces eres consciente, pero otras no. Como cuando eres capaz de distinguir por primera vez y cuando ya hace unos años que soplaste las velas de los 30 añitos,  hasta 15 tipos de dinosaurios y sabes si son carnívoros o hervívoros.
Por otro lado, no paras de reconocer tu ignorancia en tantas cosas, porque sus preguntas te dejan con la boca abierta, por lógicas y desconcertantes: "vale que el mar es azul por el reflejo del cielo, pero... el cielo ¿por qué el cielo es azul?" y para eso hay una respuesta que siempre doy: "cuando lleguemos a casa lo mirarmos en internet" y todo solucionado. Nó sé qué respuestas me daría mi madre a mí, porque  yo pensaba que ella lo sabía todo. O bien le hacía muchas preguntas facilitas, o mentía como una descosida. Tendré que preguntarle. Intuyo que mis hijos saben que sé muy poquito de algunas cosas y nada de casi todo, y que lo poco que sé es porque le pregunto a google.
Vamos ya con la receta, para 4 personas.

Necesitamos:

12 placas de pasta de lasaña precocida
1 l de leche entera.
200 g de harina.
4 cucharadas de aceite de oliva.
2 Cebollas pequeñas ó 1 grande.
3 dientes de ajo.
370g de un buen tomate frito.
350g Atún en aceite (peso escurrido).
100g Queso amarillo (gouda, edam...el que tenga en casa)
1 cucharadita de orégano
Una pizca de sal.

Os explico cómo la hago yo en casa:
Lo primero, la bechamel:
Pico bien (lo más pequeño que puedo una de las cebollas (o media cebolla si lo que tengo es una bien hermosa). Abro la lata de atún y el aceite que tiene lo escurro en un caldero donde vaya a hacer la bechamel. En este aceite sofrío esta cebolla, a fuego lento, hasta que veo que comienza a ponerse transparente. Lo que se dice pochadita. Añado entonces la harina y la mezclo bien. Tiene que quedar como una pasta en el fondo del caldero. Si veo que queda excesivamente seca (según la harina que escojamos, no son todas iguales), añado un poco más de aceite. (en la foto está la harina con el aceite y la cebollita, empezando a tomar color)
 La harina tiene que freirse un poco, pero nunca llegarse a quemar, solo tostada. Le pongo una pizca de sal (mejor no pasarse, ya que se puede añadir más al final si está sosa). Cuando la harina ya ha tomado un tonito algo más tostado, empiezo a añadir despacio  la leche, que no estará fría, y bato muy ràpido con unas barillas. Enseguida espesa. Cuidado con los bordes porque se pega y se puede quemar.  Añado más leche, y bato bien para que desaparezcan los grumos. Si queda muy líquida, dejo que pase más tiempo al fuego, y así espesará. Voy repitiendo este proceso hasta terminar con la leche. Dejo que quede algo espesa, pero no excesivamente, porque cuando enfríe espesará más aún.
Aparto y empiezo a preparar el atún.
Sofrío de igual manera que antes la cebolla, pero usando el aceite que indica la receta. Añado también los ajos cortados en trocitos pequeños. Hay niños a los que no les gusta encontrarse con estas hortalizas, así que lo mejor es cortarlo bien menudito y pocharlo despacio, de esta manera ni lo notan. Cuado ya esté pochado, añado el atún bien desmenuzado y escurrido. Lo mezclo. Seguidamente le pongo el tomate frito y dejo que todo se mezcle bien. Lo dejaremos a fuego suave unos 5 minutos. Y ya está el atún.
Ahora toca la parte divertida: el montaje de la lasaña. Para esto, antes tendremos el queso amarillo ya a mano, y mejor cortadito en trocitos pequeños.
En una fuente que pueda ir al horno, en la base cubro con una fina capa de bechamel. Luego añado la pasta de lasaña seca. Tendrá que ir separada de los bordes de la bandeja y de las otras placas de lasaña al menos 1 cm, ya que al absorber los jugos, crecerá por los lados (la bandeja no debe ser pequeña porquela lasaña se saldrá, ni demasiado grande porque quedará seca)
Encima de las placas de lasaña coloco una cucharada del atún con tomate, y lo extiendo. No hace falta que sea perfecto, y no hago una capa muy ancha, más bien escasa. Cubro con bechamel y pongo trozos de queso amarillo (no demasiados, con 6 ó 7 trocitos repartidos bastará). Vuelvo a colocar las placas de lasaña, nuevamente el atún encima, la bechamel y el queso. Así hasta terminar. Suelen ser unos 6 ó 7 pisos. La última capa lleva más atún que las de abajo, más bechamel y más queso. Es la capa presumida, la que se dejará ver y le gustará que la miren, así que hay que darle el caprichito para que todos nos digan "qué pinta tiene esa lasaña". Aquí ya le pongo al final un poquito de orégano por encima.
Y ya al horno (precalentado anteriormente) a unos 180 grados, durante 20 minutos, en la mitad del horno. Pasado este tiempo, la subo a la parte alta para que gratine ¡¡¡hay que tener cuidado no se queme, que hay hornos que son muy rápidos!! Mejor no quitarle el ojo de encima.
Una vez que ya la lasaña está hecha, la saco del horno y la dejo "templar",  que repose un rato para que esté perfecta al cortarla, de 20 a 30 minutos (ya sé que hay hambre, y más con los olores, pero sean fuertes y aguanten).
Y ñam ñam ñam...qué rica está.
Vamos, quiero que me digan que la han hecho y les ha salido riquíiiiisima.
Y de nuevo, les pido que si tienen alguna pregunta, o descubren algún error en la receta me lo escriban en los comentarios. O si les ha gustado también. Me encantará saberlo.
Un beso y Feliz Semana Santa.

sábado, 16 de marzo de 2013

Preparando el 6º cumpleaños de Javier: Bolsitas para el cole.

Las prisas no son buenas para casi nada. Yo con prisas me vuelvo torpe, y cometo muchos errores. No me gustan las prisas. En los trabajos manuales, las prisas consiguen que me tiemblen las manos, que pegue por el revés, que corte por donde no es, que pierda material y que me cabree mucho. Mucho.

Me pongo antipática con todos. Por eso es bueno que comience con estos preparativos con tiempo suficiente. Bueno para todos. TODOS. No sé si me explico... Y este año, sonreimos porque los preparativos del cumple han comenzado pronto, así que vamos bien. Tanto, que se me ha ocurrido hacer más bolsitas de papel, para que Javier lleve al colegio y reparta un regalín a cada compañero el día de su cumple en un buen envoltorio. Esta vez las he hecho más pequeñitas, y con un diseño más sencillo. Además, todas iguales.

Aprovecho esta entrada para enseñarles cómo las he hecho, pero no me voy a liar con explicaciones, creo que con las imágenes es suficiente. Sólo indicar que he usado un pequeño diccionario como "molde" para guiarme. Según es el tamaño de la bolsa que queremos, usaremos lo que tengamos por casa. Por ejemplo, para la otra bolsa que se ve, que es más grande con el monstruo azul, usé una caja de
cereales. Y para las que hice anteriormente, las bolsitas para golosinas de la piñata, usé una caja de lasaña. Y cuando recortemos el papel  que envolverá nuestro "molde", habrá que añadir al menos 1`5cm más para poder pegar los lados y la base.












Después de terminadas, sólo nos queda decorarlas. Esta vez usé una taladradora para hacerle unos agujeritos por arriba, y las cerré con un poco de rafia natural. Y dibujé un sencillo monstruito. Dentro van unas golosinas para los peques.

Se lo dedico a Aroa, ella sabe por qué :)


Gracias por leerme, y no olvides dejarme un comentario, que me gustará mucho leerte y si hace falta, responder a lo que quieras preguntarme.
Un beso

domingo, 10 de marzo de 2013

Preparando el 6º cumpleaños de Javier: La piñata.

Soy una basurillas. No me gusta tirar nada, todo lo aprovecho, a todo le busco utilidad, y si en el momento no encuentro en qué, lo guardo (si puedo) para otra ocasión. Esto está muy bien si reunes 2 condiciones: La primera es tener buena memoria para recordar lo que tienes. La segunda es tener suficiente espacio para guardarlo todo y que tu casa no parezca un vertedero.
Yo con la primera no tengo problemas, suelo recordar bien lo que tengo. Con la segunda...no tanto. Y como no tengo espacio, no puedo quedarme con todo.
En casa se guardan telas, cremalleras, botones, cintas, cordones...todo lo que puedo de la ropa rota o vieja. La que no usamos pero está bien la donamos.
En casa se guardan papelitos de colores, trozos de plástico con formas raras, envases divertidos...
En casa los restos de vegetales se reutilizan para hacer compost casero (otro día les cuento cómo lo hago)
Pues dice mi madre que soy como la suya, mi abuela Pilar, que guardaba todo. Ahora le llaman "reutilización", que es una palabra muy bonita y moderna. A mí abuela  le decían: "mierda guardas, mierda tienes". Pero hay que ver lo que la "mierda" puede hacer (y si no, que le pregunten a mis flores del humedal botonil...pero esto es otra historia).
Gracias a este empeño mío por guardar, he conseguido hacer muchas cosas sin gastarme un euro (es evidente que también hay un sentido práctico: quiero dejarle a mis hijos un mundo donde puedan vivir sanamente, aporto mi granito de arena). Un ejemplo es el papel que forma un rollo donde a su vez va enrollado el papel de regalo. Este papel lo he utilizado para muchas cosas ( es como una cartulina de color marron). En una Navidad hice un calendario de adviento. Y otro uso ha sido para la MONSTRUOSA PIÑATA de Javier.

Ya he hecho anteriormente piñatas con este sistema: Cartón en el frente y en la parte de atrás (recogido por supuesto de la basura, y que esté limpio). Se recortan las dos partes iguales, con la forma deseada. Yo uso para separar un lado de otro algunas cajas pequeñas que tengan la separación que quiero. En esta ocasión escogí una caja galletas (sin galletas, claro). La partí por la mitad y las puse a los lados de lo que será la piñata, pegadas a los cartones con cola. De esta manera quedan sujetos y a la misma distancia por todas partes.

Despues comenzamos a unir los lados del cuerpo de la piñata que están abiertos.
Otras veces he usado cartulinas, pero como estamos intentando gastar lo menos posible y reutilizar los materiales que tenemos por casa, pues esta vez he usado estos papeles que vienen dentro de los rollos de papel de regalo que les comenté antes. Lo hacemos de la siguiente manera: Medimos la distancia que hay entre un lado de la piñata y otro (la parte abierta)  y le sumamos 6 centimetros más. Lo recortamos y marcamos con la regla 3 centimetros por cada lado. Doblamos por esa linea. Desde el borde hasta esa linea, iremos realizando cortes con las tijeras, de unos 2 cm de ancho aproximadamente (no tiene que ser exacto, yo corto a ojo). Y haremos  tantas tiras con estas medidas suficientes para que rodee los bordes de nuestra piñata, y que sobre un poco para hacerle la "tapa".

Comenzamos a cerrar la piñata, plegando las pestañas sobre el cartón y pegándolas con cola. Yo esta vez usé cinta de carrocero, porque se nos había acabado la cola (¡¡¡¡increible, esta casa sin cola, es como quedarse sin aceite de oliva en la cocina!!!!) y Javier tenía taaaantas ganas de que empezáramos, que busqué alternativas, pero no lo recomiendo, mejor con cola.
Se deja la parte de arriba abierta, para poder ponerle las golosinas dentro. Normalmente decoro casi toda la piñata y ya cuando estoy llegando arriba, meto las golosinas, cierro y termino de decorar.
Importante, muy importate es cómo irá colgada la piñata. Por mi experienca, es esa muchas veces la parte por donde se rompe, lo cual no interesa:  queremos que la rompan por debajo o por un lado, pero no que se decuelgue.
Uso (otra vez reutilizo) los alambres forrados de plástico que suelen venir en las cajas de juguetes, que algunos son muy largos. En la parte donde vamos a poner este alambre, pego un trozo de cinta de embalar (como la de la foto), por ambos lados. Luego hago el agujero como buenamente puedo, un punzón es lo mejor, pero vale con unas tijeras o un sacacorchos. Busco en la papelera de reciclaje (no la del ordenador, sino la de mi casa), en la de envases, algo que tenga plástico duro que se pueda cortar (botella de refresco, envase de yogur...). Esta vez ha sido la tapa del queso Quark (uuuuummmm...qué rico, con mermelada...ay mi colesterol). Se recorta un trozo, suficiente para que el nudo del alambre no machaque el cartón durante los golpes, que aunque tiene la cinta, esta no es suficiente. Luego pasamos el alambre, hacemos un buen nudo para que no se salga por el agujero, y le pegamos otro trozo de cinta encima, tapándolo todo.
Y ahora toca ya empezar a decorar la piñata. Uso papel de seda (no es reciclado, es comprado...no todo puede ser "gratis"). Como ahora suele venir envasado y doblado, todas las hojas juntas, yo recorto de unos  6 cm, tiras de papel (dobladas como vienen, y juntas varias hojas, según la cantidad que me interese usar). Luego les hago cortes  perpendiculares, pequeños, que serán los flecos de mi piñata.
Y comenzamos desde abajo, poniendo en el cartón un linea fina de cola, y pegando luego el papel de seda. Yo lo que hago es ir de un lado al frente, y cuando ya tengo toda la parte de delante, comienzo con el otro lado y la parte de atrás. Y pegar, y pegar y pegar...laralararito. Y va cogiendo forma.
Esta piñata ha sido algo distinta en este sentido, porque previamente en el cartón le hicimos los dibujos de los ojos y la boca (con rotulador - negro- y pinturas acrílicas -rosa y blanco). No he podido hacer las tiras completas, sino a trocitos por estas partes.
He tenido que recortar algunos flecos porque quedaban tapadas la boca y los ojos. Se queda tu casa como si fuera fin de año, el suelo lleno de papelitos de colores. Nada que no arregle un barridito posterior. Y una vez llegamos casi arriba, llenamos con las golosinas (esta vez también compradas, aquí no hay reutilización, no están  chupadas ni nada de eso, jajajaja) y procedemos al cierre de la piñata y terminar de decorar.
Javier dudó entre ponerle los cuernos o no. Al final decidió que sí, y los quería verdes. Los hice con un trozo de cartón de una caja de cereales. Hice un cucurucho, y lo pegué con cola. Luego lo forré con papel de seda verde y los pegué encima. Serán los primeros que caigan al primer golpe, porque no han quedado muy fuertes.
Y ya está: creo que he tardado más en tratar de explicar y escribir esta nueva entrada que en hacer la piñata. El coste ha sido: la cola utilizada y el papel de seda. Calculo que me ha costado 1,50€. Y luego, claro, las golosinas que uno le meta dentro, que eso dependerá de gustos y cantidades.
Espero que les haya gustado, y se haya entedido todo. Cualquier cosa me preguntan que estaré encantada de resolver dudas.
Gracias de nuevo a La mamá de Nicolás, de donde hemos sacado la idea de este monstruo. Tiene un blog muy interesante.
Todos los comentarios son bienvenidos. Si te ha gustado o tienes alguna pregunta, deja el tuyo.
Besos


sábado, 9 de marzo de 2013

Preparando el 6º cumpleaños de Javier: Magdalenas.

Un hijo nace y de pronto eres muy buena en todo. Ejemplos:
- Mamá, qué bien dibujas, eres una artista (Y lo que me sale es un dinosaurio rarísimo, que parece venido de otro planeta, porque no hay por dónde cogerlo)
-Mamá, estos espaguetis están riquísimos, los mejores del mundo. (Y lo que he hecho ha sido hervir la pasta y añadir un bote de tomate frito...será que soy muy buena calentando agua...para eso también hace falta maña)
-Mamá, qué bien aparcas (después de darle al volante 1039 veces para poder meter el coche en el aparcamiento tamaño gandola)
Y tantos y tantos ejemplos que son para cogerlos y cometerlos enteritos, sin masticar ni nada.
Otros días, ellos que no conocen el decoro, ni la hipocresía, ni la mentira, te sueltan verdades que, sí..duelen:
-Javier, cuando yo sea viejita, aunque esté muy arrugada, ¿me vas a dar besos grandes como los que me diste ahora?
-Mamá, pero si tú ya eres viejita.
En fin...
Hoy he comenzado a hornear las magdalenas para el cumple de Javier. He usado, como no, la receta de mi "tocaya" Su*, de webos fritos  que siempre me sale bien, con su copete, y están riquísimas.


 Recomiendo su página 100%, todas las recetas que he hecho me han salido perfectas.
Y ustedes dirán que cuando llegue el cumple, estas magdalenas estarán como piedras, porque faltan aún 9 días para el gran acontecimiento. Pero...es que como yo soy una mujer trabajadora (fuera de casa, quiero decir) y no voy a poder ponerme a hornear ese día, pues las voy a congelar. Y sí, si se hace bien, quedan perfectas.
Les cuento cómo: Después de que la magdalena se ha enfriado bien, bien, bien (no sé si ha quedado claro: tiene que estar completamente fría), hay que envolverla en fílm de cocina. Yo las grandes las pongo por separado, una por una. Las pequeñitas, en puñados de 3.



Bien selladas, con su plástico  las pongo en un  envase con tapa bien cerrada y al congelador. El día antes del cumple, las saco y las pongo en la nevera, para que se descongelen despacio. Y unas horas antes del cumpleaños, les quito el film y...tatatachaaaan... magdalenas perfectas, que parecen recién salidas del horno.
Esta tarde seguiré con la piñata, a ver si la puedo terminar. Prometo fotos del proceso




Y les dejo con la última tanda de magdalenas, estas con pepitas de chocolate, que ya sé que son las preferidas de muchos.




Pronto pondré mi receta de magdalenas de gofio, que son las preferidas de mi hijo Jorge. 
Un beso

*Me llaman Su en el trabajo, diminutivo de "Suárez", mi apellido.

viernes, 8 de marzo de 2013

Preparando el 6º cumpleaños de Javier: Bolsitas para golosinas.

Hola de nuevo.
Todavía no me aclaro muy bien con este nuevo blog de Casa Azul, así que la primera entrada fue un completo desastre... Básicamente: no la publiqué, jajajajaja... Bueno, fue escrito hace ya más de una semana.
Hoy ya quería enseñarles cómo ha ido todo: ya tenemos hechas las bolsitas de cumpleaños, en total 30. Con papel Kraft de colores y pegamento, muuuy fáciles. Luego los niños y yo nos hemos puesto manos a la obra: cartulinas, papel de seda, pegamento, tijeras, rotuladores, internet, libros y mucha imaginación.
Y aquí están nuestras bolsitas de golosinas mooooonstruoooosas

 

También hemos comenzado a hacer la piñata, que por supuesto, será un monstruo. Se la hemos copiado a la mamá de Nicolás, este es su blog:La mamá de Nicolás . Mi hijo Javier no quiso cambiar nada del modelo original, porque le encantó la piñata de Nicolás :)
 
De su blog también hemos cogido varios modelos de monstruos para las bolsitas.
Y bueno, eso es todo por ahora.
Nos vemos en la próxima entrega del...cha channnn "cumpleaños MONSTRUOSOOOO  de Javier"
Besos
 


Preparando el 6º cumpleaños de Javier

Hola a todos
Comienzo esta nueva andadura con los preparativos del cumpleaños de Javier. Hay mucho que hacer.
Ayer ya me dijo que le sorprendiera con la tarta, y hoy le he dicho que podríamos hacer todo de monstruos. Le ha gustado mucho la idea, asi que ya nos hemos puesto a mirar ideas y lo tenemos casi todo claro. Ya sabemos cómo haremos la piñata, y queremos decorar unas bolsas para que los niños pongan sus golosinas. También tendrá que hacer las invitaciones, que él dibuja y luego yo le imprimo. La tarta...aún estoy dudando, ya veremos, pero tiene que ser una sorpresa.  Qué ilusion. Adoro los cumples de mis niños.